26 de julio de 2009

Presentación.

Escribir es, un poco, una manía para mí. En los raros momentos en que no debo escribir algo que posea carácter obligatorio -como puede ser un libro, una ponencia o un artículo-, me las ingenio para escribir lo que me viene a la mente, planear cosas nuevas por escribir o, simplemente, reflexionar sobre lo ya escrito. Al momento, como saben quienes me conocen, escribo en dos blogs -uno con pretensiones literarias y otro con apuntes sobre temas varios-, mientras que un tercero funciona como tablón de anuncios para lo escrito en el primero sobre temas concretos, en un ejercicio que no termina de cuajar pero que, entre una amiga y yo, esperamos sacar adelante.

Hace un par de días leía en el blog de mi colega Felipe Castro Gutiérrez -quien es, además, compañero mío de trabajo, y a quien le heredo mi salón de clases los lunes al mediodía- una especie de "queja", en el sentido de que los blogs escritos por numerosos historiadores difícilmente pueden encasillarse en el rubro de "blogs de historia", por la sencilla razón de que muchos tendemos, o al desvarío, o a insertar en ellos cuanto nos viene a la cabeza, razón que ha inhibido efectuar una clasificación, siquiera aproximada, de los materiales de contenido histórico existentes en la red. Para responder, aunque sea indirectamente, a su comentario, he decidido iniciar el blog que, mediante estas líneas, presento, en el entendido de que cuento con varias entradas a propósito en el segundo espacio de escritura mencionado líneas atrás, mismas que pueden trasladarse a este sitio sin ningún problema, y que serán convenientemente coplementadas con aquéllas que, en un futuro, decida escribir.

Este blog, titulado "De la historia mal contada y otras calamidades" se dedicará, justamente, a eso: a poner en evidencia los materiales históricos que, en mi opinión, tengan defectos notables en su concepción o en su argumentación, en la teoría que los sustenta o en los fines que se proponen. Será, por decirlo de algún modo, un blog de crítica historiográfica pero no en el sentido en que mi maestro y amigo Javier Rico entiende al tema, es decir, no abundará en detalles teóricos ni en premisas académicas profundas -si bien ambas no podrán estar ausentes-centrados en descifrar niveles de escritura, campos de lectura, o cuestiones que, en mayor medida, competen sólo a los profesionales de la materia. Por el contrario, será éste un blog enfocado a la divulgación del conocimiento, a brindar al eventual lector una serie de pistas breves para orientarse en la lectura de aquéllos materiales que, por alguna razón u otra, parezcan inconvenientes, mal planteados, o carezcan de lo básico para arrogarse el título de "libro de historia". El objetivo del blog reside en colocar las críticas pertinentes -de distinto talante, no exentas de cierta mordacidad- a los libros que, desde mi muy personal punto de vista, vayan del ligero desatino al completo despropósito, desde aquéllos que fallan en cuestiones elementales hasta los que constituyen un crimen contra la naturaleza, dado que hubiera sido preferible ahorrar los innumerables árboles que se invirtieron en imprimir obras impresentables.

Con esto en mente, inicio este blog. Espero que quienes, con el tiempo, accedan a él, encuentren sus contenidos interesantes, amenos, dignos de entablar polémicas, o al menos pasables. El espacio, como siempre, estará abierto a la recepción de cualquier tipo de comentario, y con el paso de las entradas se determinará si cumple cn algún tipo de función, o si carece totalmente de sentido su escritura.

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